Cuenta una leyenda alemana que una entrañable madre, al no poder dar a sus hijos dulces por escasez de dinero, decidió esconder en su jardín huevos decorados para que pudieran encontrarlos y así darles una alegría. Los niños al descubrirlos, vieron un lindo conejo blanco al lado e imaginaron que había sido él quien los había puesto ahí. Desde entonces, cada año en el mismo rincón del jardín, colocaban un nido el día de Pascua para que el conejo pudiera volver a llenarlo con más huevos de colores.

Conill es un homenaje de Cerabella al icónico conejo de Pascua, diseñado en color blanco y con formas suaves, simboliza la pureza del pequeño conejo de la leyenda, el cual colmará de alegría el hogar que lo acoja.